Unos labios saludables tienen apariencia rosada y voluminosa por la capa de hidratación que los cubre evitando rajaduras y quiebres. Los labios en comparación al resto de nuestra piel presentan capas más delgadas de piel vulnerables a la deshidratación, además carecen de moléculas de grasa que evitan la pérdida de agua. Se estima que la pérdida de agua se produce tres veces más en los labios que en otras áreas de la piel.
El exceso de frío produce en el organismo una respuesta inflamatoria, especialmente localizada en los labios que ocasiona enrojecimiento, inflamación y pérdida de hidratación, generando fisuras y lesiones. Es importante cuidar de la salud de nuestros labios más allá de la parte estética ya que si se ven lastimados o agrietados pueden detonar en brotes de herpes labial.
Una de las mejores y más rápida forma de evitar labios partidos es el uso de emolientes: bálsamos labiales, aceites esenciales como manteca de cacao o aceite de coco, esto los protegerá de irritantes que se encuentran en el ambiente como viento, polvo, contaminación y variaciones de temperatura.
Además es recomendable que en la época invernal se procure tener una adecuada hidratación. Tomar abundantes líquidos, para que la piel mantenga su capa natural protectora y pueda complementar con el uso de cremas y colágeno.